Varillero ¿Cuándo necesito uno?
Cuándo es el momento de llamar a un varillero y por qué es tu mejor opción
La técnica de varillero, también conocida como PDR (Paintless Dent Repair), resulta ideal cuando tu vehículo presenta abolladuras o pequeñas deformaciones en la carrocería sin daños graves en la pintura. Este método ofrece numerosas ventajas frente a los procedimientos tradicionales de chapa y pintura, convirtiéndolo en la elección perfecta en ciertas situaciones.
En primer lugar, debes considerar contactar a un varillero en caso de abolladuras ocasionadas por golpes leves, como los típicos choques de aparcamiento, golpes de puertas de otros vehículos o pequeños impactos con objetos. Del mismo modo, tras episodios de granizadas intensas que dejan “pequeños cráteres” en el capó o techo, un varillero puede reparar esos daños sin necesidad de repintar.
Otra de las grandes ventajas de este método es su rapidez. En la mayoría de los casos, las intervenciones son tan breves que el vehículo se puede devolver al propietario en cuestión de horas o un par de días, dependiendo de la complejidad. Al no requerir masillas, lijados ni capas de pintura, el proceso es mucho más ágil y menos costoso.
Además, la técnica de varillero conserva la pintura original de fábrica, lo que asegura que tu coche mantenga tanto su apariencia estética como su valor de reventa. Esto es especialmente relevante si planeas vender o intercambiar el vehículo en el futuro, ya que las reparaciones sin repintado son menos invasivas y se consideran más fiables.
Por último, el método PDR cuida el medio ambiente, ya que se evita el uso de químicos y disolventes propios de los procesos de pintura tradicionales. Si buscas una solución económica, rápida y ecológica para restaurar la carrocería de tu coche, no dudes en llamar a un varillero profesional. Lograrás resultados impecables, manteniendo tu vehículo en perfecto estado sin complicaciones.